Ruido diario #91
Decisión
Muy temprano despierto con el ruido habitual de la casa: ruido de tazas, voces apagadas. Tengo suerte, es un agradable despertar. Gozo de este delicioso momento a todo pulmón, ese que supongo sube y baja mis costillas. Sé que será demasiado breve, pronto comenzará el monocorde sonido de la aspiradora. Su horrible rechinar rezonga en mi cabeza largo rato y me desgasta la razón.
Entre la neblina de mis sentidos escucho el accionar de instrumentales, agua que corre y pasos de goma. Deduzco que me atiende una enfermera y por el suave olor a jabón pienso que hace el aseo de mis genitales y todo lo demás. Tararea una melodía.
Mi cuerpo insensible esquiva todo contacto de piel. (…)
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