Object of Thought
URSONATE Nº 002 (Madrid)
Object of Thought (OOT) funciona como una radiografía del flujo del pensamiento. Es la conquista de una perspectiva objetiva sobre lo enfermizo del pensamiento interno, ese pensamiento personalizador y subjetivante.
Lo que escuchamos en la grabación es la voz de Mattin, objetivando sus pensamientos en el vinilo. Esos pensamientos, que como se señala en las notas de la portada, son el material de la propia improvisación. Con las primeras escuchas que le dediqué al disco no recibí el shock que esperaba.
Casi en su totalidad, las intervenciones y performances de Mattin en la actualidad prescinden de cualquier consideración estética en la producción de sonidos, alimentando las situaciones de decisiones conceptuales y de las condiciones mismas de esos eventos. Teniendo esto en mente, me sorprendió la atención prestada a la edición del audio, el “gusto” a la hora de escoger los sonidos y su disposición en el tiempo, casi lo entendía como una incoherencia con respecto a su posición ante estas cuestiones. Estaba escuchando una pieza que juega con la electroacústica, la música y poesía concreta, y que tiene una construcción formalmente compleja y con una gran riqueza en su elaboración. El sonido que sale del vinilo es un sonido de “calidad” y era algo que no acababa de encajar con mis expectativas sobre el disco. Todo este contenido estético, junto con la fragmentación y superposición de voces en un idioma que no es el mío propio, me dificultaba profundizar en las cuestiones que el disco pone de manifiesto. En “Attention” las cuestiones se activan de manera inmediata, es explícito y crudo con sus intenciones, pero OOT necesita una implicación diferente en la escucha para tomar conciencia del desafío. Desmantelar el embozo estético requiere el tiempo que es preciso para concebir este proceso como expresión del intento de “evacuación” de la voz.
En la introducción editorial del libro Fanged Noumena: Collected Writings 1987-2007 de Nick Land, se analizan ciertos aspectos del texto de Land, “KatasoniX”. Encuentro de ayuda para el análisis de OOT y, en concreto, este intento de “evacuación”, recurrir a lo escrito en este ensayo sobre la evacuación performativa de la voz:
[…] Uno no puede desmantelar la cara (la representación material capitalista de la subjetividad) sin evacuar también la voz […]
[…]“KatasoniX” (del mismo modo que OOT) en consecuencia intenta una evacuación performativa de la voz, la desintegración semántica en una secuencia [...]. Una de las tareas del esquizoanálisis se ha convertido en tratar de descifrar la catástrofe geotraumatica1 y KatasoniX trata el vestigial contenido semántico como un mero vehículo para el cifrado de lo “desde afuera”: el “tic” sintomático del geotraumatismo1 manifestado en la forma sub-lingüística de chasquidos y silbidos (que podemos escuchar en la voz de Mattin a lo largo de todo el disco) […]
Recorrer las deformaciones de la voz, cómo estas se camuflan con el ruido como roces entre el disco y la aguja, las alteraciones en su altura, se trata también de percibir cómo el género es destruido por dilatación del tono.
El rango vocal es la medida de amplitud de los campos que la voz humana puede llevar a cabo en el proceso de fonación. La alteración de la altura y el tono de Mattin en su voz es un juego transgenérico que no debe ser pasado por alto. Esta edición digital de la voz es similar a la cirugía que ciertos transexuales consideran realizar en sus cuerdas vocales para cambiar su tono. Las mujeres transexuales que llegan a la pubertad como hombres, usualmente se desarrollan entre los registros de voz característicos de los hombres. La terapia hormonal no altera la voz de una mujer transexual una vez que se ha masculinizado, por lo tanto, las mujeres trans que tienen la intención de hacerse pasar por mujeres necesitan tener ayuda con el entrenamiento vocal o bien optar por la cirugía para feminizar su voz. Mattin juega, por tanto, en todos los registros vocales del transgénero.
En una entrevista para la revista The Wire, el músico de Dubstep Burial dijo sobre su tema ‘Archangel’:
Me gusta bajar el tono de las voces femeninas para que el sonido sea masculino y pitcheo hasta voces masculinas para que suene como el canto de una joven.
The Wire: Eso funciona. Cuando escucho el disco, no puedo averiguar si las voces pertenecen a hombres o mujeres. Y los ángeles no se supone que tengan género.2
En OOT no cantan ángeles; la voz proviene de Genderqueers.
Formant frequencies for male, female, and male-to-female transgender speakers.
Durante las escuchas del disco, también me vino a la cabeza continuamente las ideas del filósofo de la mente Thomas Metzinger. En su libro Being No One. The Self-Model Theory of Subjectivity debate en torno al llamado problema de la “experiencia consciente”. Se analizan reportes en primera persona de una (sub)clase de fenómenos de base neurológica que advienen espontáneamente o en circunstancias extremas a ciertos sujetos (en principio, a cualquier ser humano), y que se ha dado en conocer actualmente como Experiencias-Fuera-del-Cuerpo (OBEs, por sus siglas en inglés). Encuentro varios puntos en común en el proceso de Mattin en OOT (de materialización de sus pensamientos y subjetividad en el vinilo) y los análisis de Metzinger sobre el primer [sub]modelo de las OBEs. Según Metzinger, este constituye el componente – objeto (aquí es donde veo el vínculo con el objeto material de OOT), es una representación más o menos verídica del propio ser corporal desde una perspectiva visual externa, que no funciona como el centro del modelo global de realidad. Es percibido fenomenológicamente como el propio cuerpo tendido en una cama, camino o superficie, sin mayor distorsión.
Por lo tanto, el trabajo de Mattin no se trata ya sólo de la autorrepresentación espacial y la autorreferencia cognitiva plasmada materialmente sobre el vinilo, sino de un intento de despersonalización subjetiva.
Kinematics of the phenomenal body image during OBE onset
La escucha de OOT se trata de un ejercicio de decapamiento de la obra, de disección de la subjetividad; nuestro juego es el mismo hecho por Mattin al objetivar sus pensamientos. No se trata de percibir la construcción del objeto a través de un manierismo enfermizo, sino de desmantelarlo a través de ese proceso de objetivación del desmantelamiento de la subjetividad evacuada a través de la voz. Con el tiempo, encontré que ya no era preciso mantener al margen las consideraciones formales de la grabación para prestar atención a su contenido. Su contenido es el vínculo entre el ruido -como caos e ininteligibilidad- y el propio ruido de sus pensamientos objetivados.
La posibilidad de que irrumpa un conjunto de frecuencias dañinas para nuestros oídos, sostiene nuestra tensión durante toda la escucha, pero como en sus previos trabajos en solitario como “Proletarian of Noise” o “Broken Subject”, este es el ruido que se encuentra más allá de la ética del volumen. No encontraremos un pasaje donde se desate un ruido abisal. El juego se trata de mantener la cuerda tensa, lo más tensa posible, de trasformar el propio intelecto en mercancía y, a su vez, tratar de entender cómo somos objetivados a través del capitalismo. Quizás se trate de un juego esquizoide, con la trampa de no ser capaz de escapar del “adentro”, de no poder encontrar la grieta para evacuarnos, pero en cualquier caso, OOT nos deja una copia carbón de la subjetividad para el análisis. Un objeto/proceso de despersonalización con huellas de impacto, donde poder buscar una aproximación a su realidad conceptual y epistemológica.
Recapitulando, en mi opinión se trata de su disco más refinado junto con el dúo con Radu Malfatti, Whitenoise, el de mayor intensidad conceptual, también junto con Attention (en colaboración con Taku Unami) y, sin duda, el más complejo de su discografía hasta la fecha.
GegenSichKollektiv
Anti-Copyright
Agosto 2011
1Me resulta imposible explicar aquí con brevedad y rigor el concepto de Geotrauma, por eso recomiendo el visionado del vídeo: A Brief History of Geotrauma or: The Invention of Negarestani, disponible aquí: http://youtu.be/19V6wDujWyQ
2The Wire, Issue #286 (Dec 07) | In Writing By: Mark Fisher | Featuring: Burial