Mattin – Broken Subject por Miguel A. García
“Broken Subject” debe estar referido a una frase en la que el sujeto sean los altavoces. Y es que tengo la impresión de que si no voy con mucho cuidado a la hora de reproducir este disco, algo muy malo les va a pasar. Frecuencias extremas y feedback con una sensación de bits reducidos, cortes abruptos tras inquietantes momentos de silencio, leves modulaciones bastante desquiciantes y otras experimentaciones bastante directas, nada rebuscadas, son los elementos en la paleta del autor. Su puesta en escena se realiza con la precisión y delicadeza propias de un cirujano-hipnotizador de tendencias psicopáticas. Lo poderoso: y es que por muy fríos e incómodos que parezcan los sonidos, son también finos y elegantes, y están dispuestos con una absoluta exactitud para que te enganchen, y absorban. Puedo percibir como hacen daño a mis oídos, como pequeños bisturís que rasgan mis tímpanos, pero no por ello puedo parar de escucharlos. Tengo que imponerme el “stop” antes de que el daño sea irreversible. Así que es esta mi obra favorita del autor, por su binomio brutalidad-delicadeza, por su extremada riqueza, clara, directa, por la amplitud de lecturas que provoca una abstracción tan minimalista, y porque simplemente, y mas que nunca, me “engancha” sin remisión. Por su crueldad exquisita hay momentos en los que vienen a mi memoria los primeros Whitehouse, en una era (casi redefinida con este disco) post-digital, música que empieza a crearse cuando el laptop esta tan roto como pronto lo estarán tus altavoces.
-Miguel A. García