Tüsüri: Idhylio Ephoka (Crítica). Por Miguel A. García.
Tüsüri: Idhylio Ephoka.
Nueva obra del joven músico “dark-ambient-industrial-experimental” guipuzcoano Tüsüri, tras el interesantisimo “Queriac” publicado en mp3 por el netlabel bulgaro Mahorka (http://mahorka.cult.bg/), esta vez optando por la edición en formato CDR de 3″ por el sello noruego TIB prod. (http://www.tibprod.com/).
Desde el primer momento detectamos una nueva tendencia en su sonido, mas crudo y aspero en su textura pero no por ello exento de matices. La atmosfera lograda es industrial y toxica, saturada de maquinas y polución casi asfixiante. Uno de los sonidos recuerda al chirrido de un columpio, ubicandome asi en un extraño plano, ensueño de humo negro infantil.
La densidad ambiental y los sonidos maquinales traen a mi mente referencias de grupos suecos legendarios como Deutsch Nepal o Raison Detre, en especial sus grabaciones conjuntas con el nombre “Bocksholm” (especie de tributo a la ciudad en la que ambos crecieron). Sin embargo, la obra de Tusuri se aleja de los ambientes frios, pomposos y apocalipticos de los suecos, es la suya una obra mucho mas intimista, y sobre todo, a pesar del continuo sonido maquinal, consigue (al menos a mi) hacerme recordar tierras mucho mas cercanas en espacio como son las del Pais Vasco. Y ahi quizás radica su mayor virtud, a pesar de esa “figuración” maquinal, el ambiente recreado tiene mucho que ver con el lado mas oscuro y “mistico” de Euskal Herria, los bosques envueltos en misteriosa neblina, montes inescrutables por la mirada con lejanos ecos de los gritos en los akelarres, tierra de brujas y criaturas encantadas. El tejido de las apariencias rasgado. Las pinturas de Vicente Ameztoy vien! en a mi mente. Atmosferas mágicas, con una densidad que a veces oprime pero que no por ello deja de seducir.
En mitad del album una interrupción súbita (que no puede dejar de recordarme, de nuevo, a algunas maneras de Mr. Lopez)
nos trasvasa a una segunda parte, mas silenciosa. La teorica tranquilidad se perturba por la neblina del recuerdo. El fluir acuoso y los brotes maquinales en la lejania, aún podemos sentir la densa polución, el escape parece improbable porque aún estamos embriagados.
Una obra excelente en cuanto a su sugerencia e impecable por su composición. Sin embargo, aunque excusada en su rudeza, se echa en falta una mayor sutilidad sonora y un mejor (o mejor dicho, mayor) empleo de la dinamica para un mayor deleitación sensorial. También echo un falta algo de riesgo, aunque el autor nos muestra su maestria en la creación de determinados ambientes, se nota el transcurrir por cauces algo marcados, el pisar sobre seguro. La sombra de Francisco Lopez es grande.
Aún asi, una obra hipnotica, profundamente evocadora y excelentemente ejecutada. Recomendada a los fans de los ambientes de
Cold Meat Industry, la música industrial o simplemente a avidos de viajes musicales que gusten de conocer nuevas tierras.