SOBRE LA CRÃ?TICA

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Entiendo la crítica como una tarea de doble intención:
- Informativa y orientativa, es decir docente en el más amplio sentido.
- y azuzadora del medio cultural

Este punto de vista no es el más habitual, lo sé. A menudo la crítica transcurre en otros terrenos: el diletantismo esnob, el exhibicionismo, la obtención de estatus social, la canalización de frustraciones, el mero ejercicio de un placer solitario sin otro destinatario que el escribiente. Y otros más.
Acepto que no toda actividad del individuo debe estar motivada por su posible utilidad social y condicionada a ésta. Pero soy de los que creen que nadie tiene derecho a descerrajar sobre sus semejantes, indiscriminidamente, los productos de sus actos de autosatisfacción o de terapia personal.
Informar es difícil porque no existen datos absolutos, salvo los relevantes. Y orientar es imposible, en términos absolutos, pero es menos imposible si el crítico plantea su labor como un aporte dialéctico a la autocapacitación del lector para un consumo no pasivo de los productos culturales, objetivo que surgirá más naturalmente si el crítico es, antes, hacedor de hechos culturales. No hay verdades, pero debe haber necesidad de verdades. No debe abrigarse la esperanza de encontrarlas, pero es imprescindible buscarlas, incansablemente.
Azuzar para un consumo alerta y por ende para una creación responsable, es función de una actitud de cuestionamiento sin tregua del quehacer de los “agentes culturales”, de un compromiso apasionado con el hombre, de un ejercicio cotidiano de la capacidad de amar a todos los semejantes, de un credo irreductible en un futuro mejor, de una batalla permanente por ese futuro.
La objetividad no existe, lo sabemos. Pero a menudo olvidamos que la objetividad se consigue. Se consigue por la subjetividad franca, por la cartas sobre la mesa, por el juzgarse por las verdades provisorias posibles. Por la denuncia de lo tramposo, de lo injusto, de lo quietista, de lo reaccionario. Y por la defensa de lo noble, de lo justo, de lo honesto, de lo sano, de lo valiente, de lo arriesgado, de lo revolucionario.
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Coriún Aharonián
Compositor, escritor uruguayo.
Conversaciones sobre cultura, música e identidad (Tacuabé. 1992-2001)

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