Después del terremoto por Otomo Yoshihide
Jueves, Junio 30th, 2011Traducción de Chema Chacón; a partir de la versión inglesa del texto, realizada por Mia Isozaki.
El papel de la cultura:
Después del terremoto y los desastres provocados por el hombre en Fukushima
Otomo Yoshihide
Conferencia en Geidai, la Universidad de las Artes de Tokio el 28 de abril de 2011
Hola, soy Otomo. Gracias por venir. Hoy la conferencia se titula: “El papel de la cultura: Después del terremoto y los desastres provocados por el hombre en Fukushima.” He estado dando conferencias en la Universidad de las Artes de Tokio una vez cada año durante los últimos 10 años, y se han discutido temas como el sonido y el ruido, lo que significa en su conjunto, etc.. Así que, cuando en principio dije de dar la conferencia de hoy, yo no esperaba hablar de algo así. Sin embargo, el terremoto se produjo el 11 de marzo, y yo me crié en Fukushima, y actualmente estoy yendo y viniendo allí y a Tokio para poner en marcha un nuevo proyecto relacionado con Fukushima, de modo que voy a hablar de eso hoy. Aunque no sepa de política, o sobre la ciencia de cómo se puede limpiar la industria de las plantas de energía nuclear; por supuesto, me gustaría hacer lo que sea en el aspecto cultural, donde puedo participar.
Yo nací en Yokohama en 1959, es decir, 14 años después del final de la Segunda Guerra Mundial. Crecí en tiempos en que los soldados estadounidenses seguían rondando la ciudad. Antes que me diese cuenta de las cosas que ocurrían a mi alrededor, Japón fue pasando por un período de rápido crecimiento económico, y, en 1968, cuando yo estudiaba tercer grado, el trabajo de mi padre requirió que nuestra familia se trasladase a Fukushima. Así fue como comenzó mi relación con Fukushima, ya que no tenía parientes allí; antes de esa fecha, no tuve absolutamente ningún vínculo con nadie de la zona. Así que, desde entonces, viví en Fukushima durante unos 10 años, hasta que entré en la universidad en 1978. Después, me trasladé a Tokio a los 18 años de edad, casi no había vuelto a Fukushima, excepto para visitar a mis padres durante las vacaciones de Año Nuevo, y hasta el terremoto del 11 de marzo, tampoco me había mantenido en contacto con la mayoría de mis amigos de allá. Así que, la verdad sea dicha, no sentí nostalgia ni nada parecido.
Pero después del terremoto del 11 de marzo, incluso un hombre despiadado como yo, me sentí motivado a involucrarme. Al principio, estaba preocupado por mis padres. Pero incluso después de saber que se encuentran bien, no podía dejar de preocuparme. Estoy seguro que todos se sentían de la misma manera, y así lo manifestaban los demás músicos de mi entorno. Todos probablemente queríamos pasar a la acción por la gente en el Noreste. Los músicos que me rodean, en general, nunca dicen cosas como “vamos a ayudar a los demás.” Esta gente poco útil no tenía otro interés sino que la música empezara a decir cosas parecidas a “cómo echar una mano.” Por supuesto, yo era uno de ellos. (más…)