Soinumapa @ Berlín: Crónica
Monday, July 14th, 2008Estuvimos en Berlín, en la “ciudad afinada”. Afinada por el nombre del evento que nos invitaba, por el peculiar entorno sonoro de la ciudad y porque Mattin, nuestro guía de lujo; no nos dejó desafinar.
Como pasa muchas veces en estos casos, no hubo suficiente tiempo para oír, ver y vivir tantas cosas. Tenemos que tomar en cuenta que en este momento(o por lo menos el fin de semana pasado) hay docenas y docenas de eventos interesantes en la ciudad, tanto dentro del festival Tuned City como fuera de ella.
1. día
Siguiendo el programa del festival, nada más llegar nos tocó presentar Soinumapa como actuación. Aunque en un principio todo el programa era al aire libre(6 actuaciones), la lluvia que casi no se vió ni los días anteriores ni posteriores cayó abundantemente, obligando a la organización a transladar todo a un pabellón industrial vacío. Un sitio muy especial, sobre todo para un concierto de estas características. En nuestro imaginario nos traía a la mente aquellas zonas industriales de Berlin de la década de los 80, pero con una diferencia: Todo el techo era nuevo y de madera. Una imagen bastabte surreal. Más tarde supimos que el ayuntamiento empezó a renovar el edificio pero que se suspendieron las obras.
La organización puso una gran cama elástica en medio del pabellón, y en la parte posterior estaba el comedor y la barra para los músicos y los visitantes. Tampoco el equipo de sonido era para desestimarlo. El evento, organizado por Das Kleine Field Recording Festival(aunque estuviera dentro del programa de Tuned City, lo dirigía Rinus Van Alebeek, quien nos pidió que hiciéramos todos los conciertos sin interrumpción. Aunque lo presentaron como locutor, no dijo ninguna palabra, y se limitó a moverse un poco por el espacio junto a Harold Schellinx, mientras reproducían unos cassettes que llevaban encima. La situación no era quizá la más adecuada para un evento así(el espacio tan grande que era, la gente hablando y fuera lloviendo), pero los conciertos empezaron respetando estrictamente las órdenes de Rinus. Fueron destacables la actuación hipnótica de Richard Francis(¿tal vez demasiado serio?) y la colorista de Lasse Marc-Riek, cuyos sonidos pusieron final al evento. Aunque tal vez no deberíamos hablar de nuestra actuación(lo deberían hacer otros), utilizamos como única fuente el archivo de soinumapa.net, y sonamos por el equipo general y por dos pequeños amplificadores(haciendo juegos entre los dos equipos). Contentos con el resultado.
2. día
Tras descansar debidamente, fue el día para sacar un poco de jugo al programa de Tuned City. Teniendo tantas cosas para elegir, finalmente nos decantamos por visitar las instalaciones. Pudimos ver y oír dos en la Großer Wasserspeicher(espacio impresionante y laberíntico que anteriormente fue un depósito de agua): Echolocation de Aernouldt Jacobs y Talking drums de Ulrich Eller. El último, al menos en un principio, llamaba la atención. En una sala circular de diferentes niveles, 32 cajas de batería colgados de las paredes y tocando aleatoriamente. Cada caja tenía un bafle dentro reproduciendo sonidos de cajas, produciendo un efecto llamativo al estar dentro. No se si en aquel momento lo encontramos un poco inactivo o era así, pero a partir de los primeros 30 segundos no nos dijo gran cosa. Aún así, como pasaba con Echolocation, el eco del espacio jugaba un importante papel.
El caso de Echolocation fue diferente. Imitando el sistema de orientación por medio del sonido de los murciélagos, invitaban al visitante a adentrarse en un oscuro laberinto de piedra, armados con un lector de mp3 con una especie de turuta. Los sonidos emitidos por estas turutas rebotaban en las paredes, ayudando así a situarse en el espacio. Para dar un toque más misterioso, hay bafles giratorios repartidos por el laberinto.
Desgraciadamente(o no) el tiempo se nos pasó volando, y aunque nos hubiera gustado ver otro trabajo de Brandon Labelle, tuvimos que ir acercándonos al local de Cake & Coffee records, donde teníamos la segunda actuación, esta vez fuera de Tuned City pero todavía dentro de Das Kleine.
Tal como le gusta a Rinus, dejó que las cosas pasaran por sí solas y sin orden ni hora fija. Así fué. Harold Schellinx puso una pequeña exposición con sus “found tapes”, cassettes encontradas, mientras ahí mismo enseñaba y editaba algunas de ellas. Sin programa fijo pero sin parar. Me recordó el proyecto migration tapes de la amiga Zöe Irvine. El norteamericano actualmente residente en Madrid Ben Roberts nos explicó su trabajo, e hizo una demostración de las cassettes que encontró en el mercado de segunda mano de Berlín. Sin grandes intenciones ni pretenciones, nos pareció un trabajo peculiar y agradable el suyo, y por lo poco que pudimos conocerle, como Ben mismo.
Nuestra presentación fue aún más informal. Aunque en un principio utilizamos radios para enseñar los archivos de Soinumapa, al final, y para aprovechar el buen tiempo, pasamos la tarde hablando con Rinus sobre los aproyectos de Audiolab(entre ellos Soinumapa), Arteleku y otros temas. Oier también sacó su ordenador y el amplificador, y puso banda sonora a la entrevista. Más que un concierto o una conferencia, fue una especie de programa de radio improvisado, y todos lo pasamos fenomenal.
3. día
El día libre de Berlín lo pasamos tranquilamente con Mattin. Oímos sus últimas publicaciones, también lo último de Billy Bao, y no perdimos la oportunidad de copiar joyas de su de su colección de discos. Al anochecer, tras cenar en un excelente(¡pero caliente!) restaurante vietnamita, visitamos a un amigo que por casualidad actuaba ese día cerca de casa: Lucas Abela. Se que a todos los que lo conocemos nos cuesta imaginarnos cómo éste hombre sigue todavía sano y salvo, pero el australiano no para. El espacio del concierto se llamaba Electronic church, donde un San Ignacio daba la bienvenida a cualquier visitante(parece que uno de los responsables del espacio fue jesuita). Alrededor de una docena de oyentes(¿rezando a la música electrónica?), y teloneando a Abela, otro australiano: Robert Curgenven. Los que no pudimos oír la primera parte de su concierto nos quedamos con la sensación de que nos perdimos algo “raro”, por comentarios que se oían luego, y porque el mismo Rob pidió perdón. Lo que podemos decir es que por lo que oímos nosotros, no había ninguna razón para pedirlo. Utilizó CD’s, un disco de vinilo, un ventilador y un vaso, con la eleancia que lo caracteriza pero sin ninguna sorpresa. De todos modos fue una actuación muy agradable. Cualquiera que haya visto alguna vez a Lucas Abela se hará una idea de lo que vino después. Presionando el cristal contra su cara y soplando, gritando y haciendo otro tipo de movimientos violentos, hizo una sesión de ruido. Más adelante, tras romper con la cabeza un gran cristal que tenía delante(encontrado en la calle momentos antes), intentó tocar con éste, pero todo fue en vano. El sistema no funcionaba y se creó una situación muy cómica. El concierto pasó de ser ruido brutal a ser unos soplidos ridículos. Pero la verdad, agradecimos poder ver algo así en un tipo de música que muchas veces es calificada como demasiado seria.
El final del concierto fué apoteósico, rompiendo con la cabeza el mayor trozo de cristal que quedaba. Nos acordamos de la noche de los cristales rotos… ¿A alguien se le ocurre un final mejor para la estancia en Berlín? ;-)
Gracias: Mattin eta Lisa, Rinus Van Alebeek eta Das Kleine field recording festival, Derek Holzer eta Tuned City, Somaya, Javi Sanchez, Lucas Abela, Cake & Coffee records, San Francisco 67, Wolfgang y a los amigos que hemos conocido en el camino.
Xabier Erkizia & Oier Iruretagoiena