Hace poco cayó por nuestro browser este a priori común pero visto desde cerca curioso cuadro informativo sobre acústica. En concreto, resulta llamativo y bastante representativo observar las descripciones realizadas de diferentes sonidos o volúmenes, sobre todo en lo que a adjetivos se refiere. Interpretar el entorno sonoro desde el prisma medioambiental y haciendo una lectura superficial deriva algunas veces en apreciaciones totalmente subjetivas del sonido, y en este caso hasta de la escucha, lo cual da pie a interpretaciones erróneas y/o distorsionadas. Estaremos de acuerdo por ejemplo que un silencio no necesita estar a 0 dbs para resultar inquietante. De hecho aseguraría, y supongo que la mayoría estaremos de acuerdo, que existen silencios mucho más generosos en dbs y no por ello menos inquietantes. Pero esta curiosa interpretación, lejos de limitarse a cumplir los estandáres políticamente correctos que la sociedad actual (o directamente los responsables de política medioambiental) ha construido y establecido respecto al entorno sonoro, se toma ciertas licencias que siguen llamando la atención:
- Mascar chicle es un ambiente normal-agradable
- El campo de día es un ruido incómodo
- Los niños que juegan en la calle es un ruido molesto
- Un aeropuerto tiene un ruido insoportable, pero sólo al despegar los aviones

Todo un catálogo de peligrosas imprecisiones, que a su vez dicen mucho de la hipocresía reinante en la ética sobre lo sonoro que se pretende divulgar a través de los medios de difusión y comunicación oficiales. Sin lugar a dudas, otro tipo de sordera o si se prefiere otro inquietante silencio.

This entry was posted on Monday, September 6th, 2010 at 10:14 am and is filed under iritzia/opinión/essay.