A medio camino entre el antes y el después
January 17th, 2012(…) El primero era un señor que había sido entrevistado por Gould en la radio, sobre no sé que tema, quizá algo geográfico, la belleza del Gran Norte, algo por el estilo. Da igual. Vuelven a entrevistar a ese señor y se pone a contar que aquel día en la radio Gould le había dejado hablar, sin casi interrumpirle, durante todo el tiempo, y que mientras él hablaba le había dirigido, quiero decir (él quería decir) que daba vueltas a su alrededor moviendo los brazos como un director de orquesta, dándole tiempo, dirigiéndole como si fuera música lo que oía y no palabras. Y de hecho es como para apostar que lo que él oía -él: Gould, Glenn Gould- era música y no palabras, cuyos significados no debían importarle lo mas mínimo, pues era su sonido, y sólo eso, lo que le embelesaba.
Y entonces pensé en que deber ser la vida para alguien que ve la música en todas partes: que especie de babélico concierto. A la larga, insostenible. Pensé en la voz que anuncia los trenes de la estación, en la cisterna del inodoro, en los truenos de verano, en los frenazos que oyes por la ventana y luego te asomas a mirar, en el gas que sale cuando desenroscas el tapón de una botella de agua: todo música, para él. ¿Qué haces? Es como si te dejaran perdido en una partituta mahleriana. Antes o después te mueres. A medio camino entre el antes y el después.
Alessandro Baricco
“Glenn Gould entre las estrellas”
BARNUM, crónicas del Gran Show Musical (Nortesur, 2011)