ESPECIAL IMPROVISACIÓN EN ESPAÑA
October 16th, 2009[vía TOMAJAZZ]
* Ni éxito ni fracaso [Barcelona]
* La terrible amenaza del silencio [Madrid]
* El centollo echa a andar [Galicia]
* ¿Libre de qué? [Euskadi]
Hará unos dos años, en noviembre de 2007, Víctor Nubla contactaba con un grupo de gente para emprender un proyecto excitante: una revista cultural de ámbito estatal que, un poco al modo de las revistas de los años 70 y 80 (Star, Ajoblanco, Ozono…), se ocupara de varias disciplinas (artes visuales y plásticas, literatura, pensamiento, música, cine…) con cierta profundidad y prestando especial atención a los fenómenos más innovadores y/o marginales.
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El equipo de redacción quedó conformado por Jorge Luis Marzo, Sebastià Jovani, Germán Lázaro, como responsables de las distintas secciones, Quim Díaz de la maquetación y diseño, y con la dirección de Víctor Nubla. Durante unos meses se trabajó para hacer un número 0 que debía haber aparecido en marzo de 2008. Esa primera edición se completó finalmente en abril de 2008, pero la revista no llegó a salir.
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Para ese primer número, se barajaron varias ideas y temas en relación a como abrir la sección de música, sección que iba a llamarse “Tropopausa” en homenaje a un quinteto formado en Barcelona hace 30 años. Por unanimidad, el equipo decidió dedicar esa primera “Tropopausa” a la escena de música improvisada. (..)
Pero, como “Marabunta”, que así debía de haberse llamado la revista, era un proyecto para toda España, que quería incidir y recoger lo que pasaba en otras ciudades, y sabiendo que en Madrid, Galicia o Euskadi también estaban pasando cosas dentro de la música improvisada, se decidió hacer una serie de artículos dedicados a cada uno de esos lugares.
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Lo que se presenta hoy en Tomajazz es la totalidad de lo escrito para la sección de música del que debía ser el primer número de “Marabunta”(..). En cualquier caso, ni entonces ni ahora, la vocación fue la de hacer algo completo o exhaustivo. Por decirlo de alguna manera, “eran todos los que estaban, pero no estaban todos los que eran”. Siempre habrá tiempo, interés y espacio para dedicarlo a estos nuevos valores.